Asturias son cuatro zumbados haciendo una cerveza artesana.
Más la chica de un colmado promocionándola.
Más el dueño de un bar dándosela a probar a la concurrencia.
Podrían ser más chicas, podrían ser más jóvenes, podrían ser más cosas aparte de una cerveza de mesa de estilo Saison. Pero lo mejor de Asturias son ahora mismo todas esas personas que como zánganos del fatalismo (uno de los males de esta región) zumban felices alrededor de las burbujas de unas botellas que ya no podrás probar. Porque ya no quedan. Solo hicieron 400 litros y se han desvanecido. Esos cuatro zumbados han creado un mito como la Tierra Seca de Waterworld.
Los cuatro zumbados están identificados. Son:
1. Borja Alcázar, dueño y cocinero del restaurante Abrelatas en la Pola de Siero.
2. Diego Rodríguez, dueño de Cervezas Cotoya.
3. David Montes, cocinero en Gloria Xixón.
4. David Castañón, ser humano que conecta a otros seres humanos, miembro de A 22 manes y autor del mejor blog gastronómico de Asturias: Les Fartures.
La cerveza se llama Fame. Está muy buena, es suave y fresca, hasta elegante, y se comporta en la mesa como una campeona. Para finiquitar las últimas 20 botellas, Borja invitó en Abrelatas a unos cuantos agraciados a un menú de maridaje incontestable:
Los cuatro fistros antedichos decidieron hacer la cerveza porque sí, porque les apetecía. Y ojo: sin pedir subvención a la FSA o a la Universidad o a las Olimpiadas o a alguien. Es decir, completamente a lo loco en esta tierra de sueldinos amañados y de colegas ocultos en los tribunales de adjudicación.
No contentos con su desprecio hacia la idiosincrasia empresarial local, hacia la forma más tradicional de hacer negocios aquende el Negrón, decidieron elaborar su cerveza a partir de uvas de Cangas del Narcea, una denominación de origen donde, como todo el mundo sabe, los socios se llevan maravillosamente entre sí.
De las uvas sin discordia de Cangas, los cuatro descerebrados cerveceros eligieron el Albarín Blanco por aquello de apreciar lo asturiano. Sin afán mercantil ni tampoco chovinista, sino próximo, propio, colectivo. Satisfecho de su entorno.
Una majadería, vamos.
A la aventura se sumaron Coalla Gourmet, o sea la mejor tienda de viandas de Asturias, y la cervecería de Avilés El Cabanón, un clásico entre los trasegadores de pintas. Ambos negocios promocionaron el invento de los cuatro zumbados gracias a la comunión de Aida Riesgo (del colmado) y de Pablo García Serrano (del bar).
Más allá de su sabor o de su acierto (sobre los que puedes leer extensamente aquí), Fame concentra lo mejor de Asturias. A saber:
1. Gente con ganas de sacarle nuevos partidos a su tierra. De elaborar su propia cecina o de plantar sus propias viñas, como hace Borja, o de lanzar una cerveza con algas, como Cotoya.
2. Gente con ganas de colaborar. De hecho, con más ganas de colaborar que de beneficiarse un provecho personal. Véase Castañón, a quien, en estos tiempos de gastromárquetins, no se le ocurrió cobrar a los chigres que incluyó en su exitosa guía bilingüe.
3. Gente con imaginación, entusiasmo y generosidad, capaz de implicar a terceros. Como Montes, que se apunta a un bombardeo.
4. Gente con ganas de divertirse con lo que hay. Para que, poco a poco, haya más. Como Coalla y El Cabanón, dos ejemplos de amor al oficio y al lugar.
Gente, en definitiva, con fame.
O sea, unos repunantes.